2/07/2023

Perseverando en las Pruebas

Apartaos de mí, todos los hacedores de iniquidad; porque Jehová ha oído la voz de mi lloro. Salmos 6:8





 




Muchos de nosotros hemos pasado por esas duras pruebas que estamos en un sufrimiento pidiendo que acabe, sea una enfermedad, situación económica, problemas en el trabajo, Etc.

El Salmista David lo declara en el Salmo 6:1:

Jehová, no me reprendas en tu enojo, Ni me castigues con tu ira.

Pasamos por momentos duros y corremos en oración por salida o respuesta. Escuchaba a un predicador decir que en esos momentos de prueba no nos angustiemos porque talvez no escuchamos la voz  de Dios, pero nos escucha, esta presto a recibir nuestra oración con Fe esperando su respuesta, Salmos 6:3 dice:

Mi alma también está muy turbada; Y tú, Jehová, ¿hasta cuándo?

 

El Salmista David expreso un momento parecido de duras pruebas en su vida lo dice en Salmos 6: 4-5 :

Vuélvete, oh Jehová, libra mi alma; sálvame por tu misericordia.

Porque en la muerte no hay memoria de ti; en el Seol, ¿Quién te alabará?

 

Hemos hasta llorado en esos momentos porque creemos que no va a ser sencillo salir del problema y muchas veces es así, pero no debemos desesperarnos, confiar y tener Fe, orar sin cesar son las mayores armas que tenemos en esos momentos para salir adelante.

El Salmo 6:8 nos da a conocer que Dios nos ha escuchado en el ruego de nuestro corazón:

Apartaos de mí, todos los hacedores de iniquidad; porque Jehová ha oído la voz de mi lloro.

Jehová ha oído mi ruego, ha recibido mi oración.

Entonces cuando pases esos duros momentos inclínate, ponte de rodillas y ora a Dios que es te esta escuchando. Las mejores batallas no se ganan de pie sino de rodillas, ten por seguro que recibirá tu respuesta porque no hay oración que quede nunca sin contestar.

 



Oración:

 

Padre gracias por esta nueva oportunidad de poder inclinarme ante ti, dándote a conocer mis aflicciones y te pido que me alivies, me fortalezcas, me des consuelo en los duros momentos, pero siempre se haga tu voluntad y no la mía. En el nombre de tu hijo amado Cristo Jesús. AMÉN.